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Y yo, ¿para qué he venido? - Trata con fines de explotación laboral
Arrancamos la campaña "Otras formas de trata" con el relato de Abdoul. Un joven marroquí que cayó víctima de las redes de trata en España, donde fue obligado a trabajar de manera forzosa en el sector agrícola.
Me llamo Abdul y en este año tan raro he cumplido 24 años. Ahora ya no me hago esta pregunta, pero hasta hace unos meses me preguntaba constantemente para qué había venido.
Salir de Marruecos no resultó fácil. Trabajé muy duro hasta que conseguí juntar todo el dinero para el viaje. Con 8 años me puse a trabajar en una gasolinera, no quería seguir pidiendo dinero en las calles con mi madre. Empecé lavando los cristales de los coches, pero poco a poco cogí un valor, yo siempre he trabajado bien. Al final me ocupaba de la gasolinera y la cafetería que había en ella. Ahorré todo lo que pude.
Me marché hasta Libia, el viaje hasta ahí fue bien. En Libia todo da miedo. A muchos chicos les disparan en los pies. Todo da miedo. Si te coge la policía te quedas ahí hasta que pagas. Estábamos muchos chicos juntos, casi no comíamos.
Al anochecer cogimos la patera, estaba llena de gente. Cuando llevábamos 17 horas en el mar nos recogió salvamento marítimo. El mar es grande y frío, uno piensa que la muerte está cerca todo el tiempo. La alegría no nos cogía en el corazón cuando subimos al barco.
Yo no pasé mucho tiempo en Grecia, yo quería ir a España, lo había pensado siempre. Así que empecé a moverme por la carretera para llegar hasta España. Trabajé algunos días para pagarme billetes y otras veces hacía autostop, también caminé mucho. No me paró la policía nunca, tengo suerte. También soy un chico tranquilo, nunca hago problemas.
En España dormí en la calle varios días hasta que me dijeron que en el sur había trabajo. Me prestaron el dinero para llegar hasta Murcia. Mis paisanos me esperaban en la estación de bus y me llevaron en la furgoneta roja hasta la casa. Ahí empezaría todo a ir mejor.
Era una casa muy grande en mitad de una finca. Grande y muy sucia. Llena de gente que trabajaba en la finca. Me dejaron en una habitación con otros cuatro chicos. El primer día me dijeron que tenía que preparar la comida de todos. Me levantaba pronto para hacer el desayuno, había mucha gente y la gente se marchaba y llegaban otros. Yo quería ir a trabajar al campo, pero nunca llegaba mi turno. Me pegaron. Tenía que preparar la casa y la comida. Llegaban amigos, paisanos del mismo pueblo y ellos sí trabajaban en el campo y ganaban dinero. Yo trabajaba gratis en la casa, y yo? Para qué he venido a España?. Mi corazón me dolía porque yo no trabajaba en el campo como los demás hombres.
Llegó la guardia civil, sin avisar. Ese día tenía miedo. Me cogieron. Nos cogieron a muchos. Casi todos estábamos sin papeles.
Silencio.
Puedes hablar, Antonio me dijo que podía hablar, había un paisano policía. Me explicó que puedo hablar y no va a pasar nada malo.
Hablé. Yo quería trabajar en el campo.
Me devolvieron a la finca, para que no sospechara nadie. Me dijeron que no hablase con nadie. Lo pasé mal. Muy mal. Los chicos me preguntaron, se reían de mí. Te van a devolver a Marruecos. Ese era mi mayor miedo. Todos me decían que me iban a devolver a Marruecos.
Antonio me llamó y acudí a comisaría. Me llevaban a una casa de Cruz Blanca. Una ciudad distinta. Ahí me arreglarían los papeles y me ayudarían a encontrar un trabajo.
Yo quería trabajar en el campo. Al fin y al cabo ¿para qué he venido?.
Han pasado dieciséis meses, las clases de español van dando sus frutos y por fin tengo el título de prevención para trabajar en la construcción. Ahora sé que puedo trabajar en más sitios que el campo.
Durante la temporada estuve trabajando en la fruta para ganar algo de dinero pero ahora estos estudiando un certificado de profesionalidad de limpieza y mantenimiento de edificios.
Tengo 24 y veo mi futuro diferente. Ahora no pueden engañarme tan fácil, entiendo las cosas, puedo leer y escribir, tengo gente en la que puedo cofiar, mi familia de cruz blanca.
Ahora ya no me pregunto para qué he venido. Mi corazón está tranquilo.