El Programa O'Cambalache retoma actividades

Durante los dos últimos meses, debido al decretado estado de alarma y el consecuente cierre de clubs de prostitución y la prohibición de salir a la calle, que afectó directamente a las personas que ejercían prostitución en espacios públicos, las Unidades Móviles del Programa O'Cambalache de atención a personas en situación de prostitución y/o víctimas de trata, vieron su actividad alterada. El trabajó nunca cesó, ya que los clientes, proxenetas y tratantes continuaron demandando sus servicios. Pero inevitablemente, si tuvo que cambiar su forma; reinventarse para llegar a las personas de una manera distinta y continuar atendiendo sus necesidades. Sabemos que las situaciones personales de todas ellas se han visto gravemente afectadas por esta pandemia, por lo que los equipos continúan formándose y adaptando las metodologías, con el fin de contar con las herramientas necesarias para dar respuesta a sus problemas y preocupaciones. 

En este sentido, una de las actividades principales de las Unidades Móviles, el consejo breve, pondrá enfásis en la importancia de la prevención. Sabemos que la reducción del riesgo frente a contagios en los contextos de prostitución es extremadamente complicada, especialmente en aquellos casos en los que las personas son obligadas a ejercer la prostitución por proxenetas y/o tratantes. De este modo, el consejo breve en las Unidades Móviles estará centrado en abordar el tema desde una perspectiva del bienestar biopsicosocial, entendiendo a las personas en toda su complejidad y en su interacción con el mundo a su alrededor. Intentando alcanzar una comprensión global y coherente de cada persona. No se atiende, de este modo, únicamente a la perspectiva sanitaria de la pandemia, sino a cómo repercute sobre nuestro bienestar las distintas situaciones que cada una tiene que abordar.

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